Redactando: La limpieza del carbón
Tema: "Atoms For Peace" de: "Thom Yorke", dentro del álbum "The Eraser", 2006
La preparación de las clases y la tesis; la maqueta de un cuento y un par de proyectos más que llevo abiertos :S, me ocupan todo el tiempo dejándome sin poder dedicarle al blog los ratos que hasta ahora venía dedicando. Aún así sigue vivo, siempre hay algo que postear y cosas antiguas que rescatar...
Os dejo ahora el articulo que preparé para el üalá de éste mes de abril. Por cierto si aun no habéis visitado su nueva web, pasaros por allí. Está cargada de novedades.
Y esta exposición junto con la de Muller Mulleris está en el Mua hasta el dia 24!
Un abrazo, ;D
os leo!
Por cierto Padme, thanks :D, te hago caso ;D
La limpieza del carbón
¿Quién no reconoce todavía sus trazos?, ¿Quién no se emociona cuando vuelve a ver sus huellas sobre el papel?, líneas y claroscuros que manos experimentadas, manos maestras, manos por él mismo tan estudiadas, van creando trazos seguros y vigorosos, difuminando con sus propios dedos, creando volúmenes sobre enormes espacios. Vida resurgiendo de las dos dimensiones, metros y metros de blanco puro, cubierto de carbón. Y lo que se siente es vida retorciéndose y luchando por traspasar la “planitud” para llegar a nuestra tridimensionalidad.
¿Son troncos, manos, cuerpos, carne, piel…? Es vida, sin duda vida.
¿Son troncos, manos, cuerpos, carne, piel…? Es vida, sin duda vida. Uno puede olvidarse del tiempo y perderse en las rugosidades, en los recovecos, en las curvas, en las luces y en las sombras de estos dibujos… ¡y pensar que solo es carbón y sanguina sobre un enorme papel blanco!… y aun así tan limpio, aun así tan vivo.
Cuando uno se deja atrapar por estos dibujos, aparece inmerso en todo un universo de materia en movimiento, rompiendo espacios que se crean, un universo de composiciones impecables en los que casi puedes imaginarte caminando, haciéndote pequeñito, pequeñito, casi insecto y perdiéndote en las profundidades de sus formas en blanco y negro. Seguro apareciendo en otro lugar, y de otro modo, con otra forma. Eso es lo que además sugieren sus imágenes, una transformación, un proceso…quizás el mismo que sufren los troncos al carbonizarse, y manufacturarse convirtiéndose en barritas de mineral que luego creadores como Azorín vuelven a transformar en vida al manchar con ellas superficies blancas, de un modo tan limpio…
Es Pepe Azorín quién dirigiendo al carbón, cubre hasta el 24 de Abril las paredes de la sala 365 del MUA, con más de treinta trabajos, que recorren los últimos 15 años de su investigación plástica, manchando papeles de un modo tan perfecto, tan limpio…
