Interpretación Creativa: El Mundo


Tema: "Krafty" de: "New Order" en el album "Samplers"de 2005

Interpretación Creativa, es una actividad que se gestó dentro del Club de Literatura al que suelo acudir el último viernes de cada mes. En cada reunión se elige una carta de los XXI arcanos mayores que componen el tarot, para escribir un mini relato mensual, interpretando dicho arcano. Esta vez se extrajo la carta XXI El Mundo, y estos son los relatos inspirados en ella: 




Ester Marín: 

El Mundo
Lo quería todo
y no habló,
siguió el prospecto a pies juntillas.
No salió de sí
de su burbuja
del marco ovalado de su espejo.
Me ató
con una mortaja
para abortar las disidencias.
Instaló escuchas en los rincones
extirpó la intimidad
el cortejo
el camino.
Dio vueltas al planeta
como a un tío vivo
sin estar en nada.
Y no se equivocó:
llegó al Todo
y terminó el cuento sin empezarlo.
"Porque nunca has de mirarme directamente a los ojos",
dijo El Mundo




Iván Vazquez Ibañez:

Me siento ligero, la calle en paz, camino hacia el centro, suena Krafty de New Order en los auriculares, la brisa susurra la ciudad. El astro rey calienta lo justo para llevar camiseta corta, que gustazo. Ya sabéis, ayer era una mierda hoy somos todas las estrellas, el universo entero. Me di una buena ducha antes de salir. La ropa huele a suavizante, la barba bien afeitada. Es tan fácil. Sentados alrededor de unas cervezas, los de siempre. Pasa a veces, la inercia del momento, caras relajadas, sonrisas naturales. Alguna salida de tono, nada lo puede estropear. No estamos en un bar, es la cima del mundo. Una canción. Tres minutos directos al epicentro. Algo especial. Un día de sol.  


Rubén Rios Longares:


-¡Eminencia! ¡Eminencia!- el Deán corría desaforadamente desde las obras de la nueva basílica hacia el Palacio Episcopal. –Eminencia, ha ocurrido una desgracia terrible.
-Cálmese, cálmese y explíqueme cuál ha sido ese horrible acto- trató de calmarlo el Cardenal.
-¡Ay, Eminencia! ¡Es un desastre, una catástrofe...!
-¿Se ha hundido acaso la nueva basílica que, bajo su supervisión, se está construyendo en nuestra ciudad?
-¡Ojalá fuese eso! La culpa la tiene ese escultor tedesco que Su Eminencia contrató para las obras.
-¿Te refieres al Maestro Johannes de Amoenoburgo? Trabajó en la Catedral de Colonia.
-Sí, ese mismo Juanes, ¡Qué calamidad, Dios Santísimo! ¡Qué calamidad! Tiene que venir a ver el tímpano que ha esculpido.
-No podemos. Nos pidió que no le molestásemos en su trabajo. ¿Lo has espiado?
-No, Eminencia. La Divina Providencia ha tenido a bien mostrarme la obra pues pasaba por allí y una ráfaga de viento ha levantado las lonas que cubren el trabajo de cantería y lo que he visto me ha dejado... estupefacto.
-Vamos a ver, querido Deán. ¿Acaso el Maestro Johannes no ha esculpido el tetramorfos que le indicamos?
-Sí, sí, el tetramorfos está ahí. Con el ángel de San Mateo arriba a la izquierda, y el águila de San Juan a la derecha. El toro de San Lucas a la izquierda pero abajo y el león de San Marcos a su diestra. Ahí están los Evangelistas del Nuevo Testamento, para iluminar al vulgo. Pero la mandorla que envuelven...
-¿Qué ha tallado en la mandorla? Cristo Santísimo, la habrá tallado ya, ¿verdad? No podemos permitirnos más retraso en las obras
-Sí, sí, también. La mandorla está ahí entre el tetramorfos, pero la ha esculpido como si fuera una corona de laurel.
-No veo inconveniente, Deán. Dios Nuestro Señor es victorioso, justo es que aparezca en una mandorla de corona de laurel, con el símbolo del Imperio entre las manos y...
-Ése es el problema, Eminencia. No hay Dios, en su lugar aparece una mujer desnuda portando una especie de caduceo, como si fuera una mensajera del otro mundo que se dispone a llegar al más acá. Y, francamente, Eminencia, no creo que Dios sea mujer, pues según...
Plof, el sonido de un cuerpo golpeando el suelo inundó la estancia.
-Eminencia, Eminencia, por Dios, despierte. Las sales, rápido, su Eminencia se ha desmayado.



Ana le explicó a Alberto:
- Si juntas los dos dedos gordos y los siguientes, formas una especie de ventana minúscula donde cabe todo. Hazlo tú y verás. A veces meto a mis padres en la ventana. Y a veces también árboles o cosas todavía más grande. ¿Te gusta?.
- Es verdad. Es magia, Ana. Como mola. Te puedo meter a ti. ¡Y a la montaña!
Ana se río.
- Claro. Todavía tengo otra cosa que enseñarte. Esto no es magia pero te va a gustar.
- ¿Qué es?
- Es un poblado minúsculo, con casas diminutas y calles diminutas y colegios y bares diminutos que hemos construido Maca y yo en la montaña. Lo malo es que cuando llueve, se lo lleva todo. ¿Quieres verlo?
- Vamos.



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 Gracias de nuevo a l@s osad@s participantes!!
:D

La Próxima Carta:  
XVIIII El Sol

todo aquel que quiera participar, puede enviar su interpretación a: 
taratela@gmail.com

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